Ocho años de abandono pertinaz parecen haber sido suficientes. El Concello de Vilagarcía, junto a los de Caldas de Reis y Portas, acaba de poner en marcha el proceso que, si nada se tuerce, desembocará en la creación de la primera vía verde de Galicia. Un recorrido que, en función de donde se establezca su punto de partida, se prolonga a lo largo de once o nueve kilómetros entre la capital arousana y la estación portense, a un paso de la imponente Azucarera